Este general romano es junto con Claudia uno de los primeros personajes en el aparecer en los cómics del Jabato. Además es el primero de los más terribles adversarios a los que se tuvo que enfrentar el Jabato.
Aspecto[]
En todo el tiempo que dura su aparición, Marco nunca aparece sin su armadura. Solo se le ve sin su casco en algunas de sus batallas contra el Jabato.
Personalidad[]
Marco es una persona cruel y despiadada. No duda en poner en peligro a otras personas con el fín de lograr sus objetivos. Incluso amenazó a su amada Claudia para evitar que el Jabato se le acercase.
Su orgullo desmedido es otro de sus rasgos distintivos. Solo las súplicas de Claudia pudieron hacer que en lugar de matar al Jabato, ordenara a sus hombres cuidarlo. Eso se debe a que ama a Claudia. Sin embargo, cuando notó que Claudia sentía admiración por el Jabato, vendió al íbero a su amigo Favio, el maestro de gladiadores y le devolvió el dinero para que el nuevo fichaje muriese lo más pronto posible en el coliseo.
Historia[]
Durante una mañana, Marco estaba escoltando a Claudia por Iberia para embarcarse a Roma. Marco envió a un explorador para acrecentar un poco su fortuna. Encontraron un grupo de iberos y cuando Marco se dirigió a ellos para comunicarles que iba a convertirles en gladiadores, uno de ellos se opuso y como resultado, Marco lo mató. Esto enfureció al jefe de los íberos, el Jabato, quien puso en aprietos a los legionarios. Sus habilidades
sorprendieron a Marco, de modo que amenazó con matar a sus amigos si no se rendía. Claudia, que había visto el combate dijo a Marco que liberara al Jabato, pero Marco se negó debido a que el Jabato podía organizar una guerrilla. Marco puso a su lugarteniente Cayo encargado de vigilar al Jabato. Tras atrapar a otro íbero,Taurus, llegó la noche. Marco decidió acampar y ordenó que el Jabato y Taurus fueran separados del resto de los prisioneros. Más tarde Marco fue despertado por los gritos de Cayo, quien estaba luchando contra el Jabato (a quien Claudia había liberado). Marco se enfrentó al Jabato y esta vez estaba decidido a matarlo, pero esta vez el Jabato consiguió desarmarlo, de modo que Marco envió a sus centuriones al combate para distraerlo mientras que los arqueros le disparaban. Aprovechando a que el Jabato estaba a su merced, iba a darle el golpe de gracia, pero Claudia le dijo que accedería a casarse con él si se respetaba la vida del Jabato. Marco decidió aprovechar esta oferta y se aseguró de que el Jabato no muriese. Pero más adelante, maquinó hacer morir al Jabato en el coliseo. El Jabato fue vendido a Favio. Pero Marco le entregó a Favio el dinero que le dió por el Jabato a condición de hacerle morir cuanto antes.
El día de la función, Marco observó cada vez con más furia como Claudia temía por la vida del Jabato. Al final no se pudo contener las ganas de gritar a un adversario de este recompensarle si lo mataba. El Jabato consiguió convencer a todos los gladiadores de que se aliasen contra el emperador Sulla y lo capturó. Al ver a Marco, el Jabato se dirigió hacia su palco. Marco intentó de nuevo que se rindiese, amenazando a su propia prometida con matarla. Pero Claudia consiguió escapar y empezó el último combate entre el Jabato y Marco. Durante el combate bajaron al graderío acercandose peligrosamente a un estanque de cocodrilos. Marco resbaló, pero en el último segundo, el Jabato consiguió agarrarle por la capa. Aún así, el intentó del Jabato por salvar a Marco fue en vano pues la capa se rompió y Marco cayó al foso de los cocodrilos, hallando así su fín.
Apariciones[]
Marco aparece en el primer cómic del Jabato, Esclavos de Roma. No aparece en ninguno más porque muere en ese mismo cómic.